Por Yenima Díaz Velázquez y Ada Cristina Higuera Tur.
Las Tunas es una ciudad que crece y se transforma. Cada día surgen obras nuevas que nos llenan de orgullo. No obstante, muchos sentimos especial atracción por construcciones de antaño.
Una de ellas es el edificio que ocupa el Museo Provincial Mayor General Vicente García González. Se aprecia desde la curva frente al Parque 26 de julio y es referencia obligada para identificar a nuestra ciudad.
Su estratégica posición lo hace centro de las miradas de quienes viajan a Holguín, Bayamo, Santiago de Cuba y otros territorios del oriente cubano.
Y para completar su grandeza, su tonalidad azul le hace crecer, incontenible, hasta el cielo.
El edificio es una de las más bellas obras que existen en Las Tunas. Eso no lo duda ninguno de los que nacimos y crecimos en estas tierras.
Ya tiene casi NOVENTA años, pues se inauguró en el lejano 1921. Primeramente sirvió de sede al Ayuntamiento Municipal. Después, a partir de 1951 alojó a la biblioteca pública. Luego del Triunfo de la Revolución, la preciosa obra se convirtió en el primer preuniversitario del territorio tunero. Los más jóvenes apenas lo sabían pues desde 1984 acoge al museo provincial y eso fue después de una restauración general.
Por estos días los tuneros disfrutamos de su renovación.
Las Tunas es una ciudad que crece y se transforma. Cada día surgen obras nuevas que nos llenan de orgullo. No obstante, muchos sentimos especial atracción por construcciones de antaño.
Una de ellas es el edificio que ocupa el Museo Provincial Mayor General Vicente García González. Se aprecia desde la curva frente al Parque 26 de julio y es referencia obligada para identificar a nuestra ciudad.
Su estratégica posición lo hace centro de las miradas de quienes viajan a Holguín, Bayamo, Santiago de Cuba y otros territorios del oriente cubano.
Y para completar su grandeza, su tonalidad azul le hace crecer, incontenible, hasta el cielo.
El edificio es una de las más bellas obras que existen en Las Tunas. Eso no lo duda ninguno de los que nacimos y crecimos en estas tierras.
Ya tiene casi NOVENTA años, pues se inauguró en el lejano 1921. Primeramente sirvió de sede al Ayuntamiento Municipal. Después, a partir de 1951 alojó a la biblioteca pública. Luego del Triunfo de la Revolución, la preciosa obra se convirtió en el primer preuniversitario del territorio tunero. Los más jóvenes apenas lo sabían pues desde 1984 acoge al museo provincial y eso fue después de una restauración general.
Por estos días los tuneros disfrutamos de su renovación.
Una pequeña aclaración: antes de convertirse en el preuniversitario Luís Urquiza Jorge (joven revolucionario fallecido en un accidente en 1962 e hijo de mi tía Celeste Jorge) ese bello edificio de arquitectura colonial, fue la sede de la JUCEI por muchos años durante de decada de los 60.
ResponderEliminarEl primer preuniversitario que tuvo Tunas abrió sus puertas en este emblemático edificio azul en Septiembre de 1971, gracias a las gestiones e influencias de su padrino, el comandante Faure Chomón, Jefe del Partido "en el territorio". Así le decían a lo que en 1976 pasó a llamarse Provincia de Las Tunas.
Antes de abrir sus puertas el pre Luís Urquiza, en Septiembre de 1971, los jovenes tuneros que terminaban el 10mo grado en la Secundaria Básica Cucalambé, la unica que había en la ciudad, tenían que becarse en La Habana o en Holguín, lo cual era un serio inconveniente para muchas familias que se resistían a que sus hijas se marcharan de casa a otra ciudad por 3 años. Eran otros tiempos y habían costumbres muy conservadoras en el ámbito familiar. Pero hubieron muchas jovenes que si fueron becadas a La Habana, como Marilú Hornia, Cary Barciela, las hermanas Muro, Concha y Amparo, ambas vecinas de la calle Coronel Fonseca; Rosa María Pérez, Annie Mariño y otras. La familia Muro se mudó a Santi Spiritus en el verano de 1972. Hubieron decenas de jovenes que se marcharon a estudiar al preuniversitario Carlos Marx, en Jaimanitas, como mi primo Fernandito Delgado, lamentablemente fallecido en el 2008 a los 56 años; Jerónimo Feria, Nelson Martínez (Bombi), Eliecer Pérez, Ariel Torres, Angel (Manito), Manolo Serpa, Reutilio (Ruti), José Lorenzo Villoch (Cheno)y Carlos Dotres, entre otros. Se graduaron en 1972 y luego hicieron carreras universitarias, unos en La Habana y otros en Stgo de Cuba.
La fundadora y directora del Pre Luís Urquiza Jorge fue la Profesora de Química de la Secundaria Cucalambé, Melba Rosario. Dirijió el pre toda la decada de los 70. La primera graduación de 13 grado fue en Julio de 1974, en el Club Familiar. Estaban todos muy felices de poder ingresar a la universidad y tener un título de Bachiller en Ciencias y Letras. Y también ser "los primeros graduados" de ese centro docente. En ese entonces, el preuniversitario constaba de los grados 11, 12 y 13. Y la Secundaria Básica era de 7mo a 10mo grado.
Del claustro de profesores recuerdo a Patria Dotres, Caridad Fonseca, prestiosa educadora y persona honorable; Alcira Acosta, una joven profesora de inglés; Carlos, el profesor de Educación Física, Alfredo, Argote, Rafael y Gilda Concepción, en Secretaría.
El uniforme era, para los varones, pantalón azul y camisa blanca; para las hembras, falda azul, con una cinta blanca horizontal alrededor de toda la falda y camisa blanca. Cada año, desde el 11no al 13vo, se añadía una cinta blanca al uniforme, hasta completar las tres en el grado 13. Se hacían muy buenas fiestas en las noches durante el curso académico, pues habían muchos alumnos que eran músicos talentosos, como Rigo Cáceres, Jorge Setién, regordete y simpático, que hacia chistes y tocaba guitarra. Y Bertica , hermana de Layito Morusa, el músico que tuvo un grupo musical a comienzos de los 70. El Pre teniá un buen grupo musical con modernos instrumentos conseguidos "presuntamente" por el padrino Chomón. En 1971 y 1972 fuí a varias presentaciones del grupo en el mismo edificio azul. Tocaban bien, aunque no eran músicos profesionales. Lo hacían de oído, con su propio talento e interpretaban versiones de musica pop.
Las jovenes mas bellas de mi ciudad estudiaban en el preuniversitario Luis Urquiza. Las de otros municipios que eran becadas, también eran "espectaculares". Casi todas eran "Chicas 10", título de la película de Bo Derek (1980).
Todos los halagos que la autora del blog hace sobre este imponente edificio azul de 1921, donde primó el talento, la creatividad y el buen gusto de su arquitecto, son merecedores.
Gracias Ada Cristina por traernos tan bonitos recuerdos de nuestra querida ciudad.
Es cierto que este edificio de comienzos del siglo XX es lo mas elegante que hay en Tunas. Está bien situado, justo en el centro del pueblo, frente al parque y a la iglesia. Y desde que uno pasa por la feria, rumbo norte, ya se divisa esta imponente construción colonial. Está muy bien conservado para generaciones futuras y siempre será parte de la historia de Tunas.
ResponderEliminarPero no podemos decir lo mismo de otros edificios coloniales que habían en la ciudad, y que fueron demolidos, como el Hotel Plaza, el más emblemático de Tunas, que por su parte trasera (Joaquin Aguero) albergaba el Teatro Martí. Lo que hicieron después, esa cueva de ratones mal llamada Fantomas, fue una mediocridad, un diseño de muy pobre gusto y una barbaridad urbanística. El Hotel Plaza, junto con el Museo de la Ciudad, eran los dos edificios mas bellos de Tunas. Nadie lo discute. Pero lo derribaron y no se por qué. En esa época, los burócratas no estaban muy capacitados en las funciones que ejercían y muchas de las decisiones que tomaban, termiban en fiascos. Había mucha gente analfabeta o con muy baja escolaridad, pero bien recomendada y de probada fidelidad, como los que ordenaron el derribo del Hotel Plaza.
Luego derumbaron El Café Chino, en la esquina opuesta al parque, y que aunque no era ni la sombra del Hotel Plaza, era una edificación con influencia colonial, por lo tanto, podia ser restaurada sin ser destruida, como hace desde hace 20 años el Dr. Eusebio Leal en La Habana colonial. Y luego construyen en el mismo lugar la Escuela de Arte, que aunque es una buena obra social, no lo es desde el punto de vista arquitectónico. Es un palomar feo, con un diseño muy pobre y sencillo. Sus arquitectos tuvieron muy poca creatividad y muy mal gusto al diseñarlo.
Lo que he escrito es verdad y forma parte de la historia de la ciudad que muy pocos quieren contar a las nuevas generaciones. Los hechos acaecidos se narran de la misma forma que ocurren: sin editorializar ni poner adjetivos calificativos. La historia se cuenta según ocurre, en blanco y negro.
No tengo cuenta en Googles. Arriba se me identifica como ANONIMO, pero mi nombre es Julia.
Gracias, Julia, por su comentario. Después de leerlo me motivó a investigar en relación con el Hotel Plaza. Tengo fotos del edificio y en algún momento publicaré un trabajo al respecto, en el cual pienso incluir puntos de vista de personas que siguieron ese tema y me parecen interesantes. Saludos.
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