El gran pelotero de Las Tunas y de Cuba, el Señor de Los 400: Osmany Urrutia, dice ¨adiós¨ al deporte activo.
Procedente de una familia muy humilde en la localidad de Macagua 8, en el municipio de Jobabo, creció y se hizo grande entre los grandes.
Este 19 de noviembre, en coincidencia con el Día de la Cultura Física y el Deporte, Osmany Urrutia se despide del terreno de béisbol con un hasta luego porque seguirá allí como entrenador de bateo del equipo juvenil de nuestra provincia.
Hoy su pueblo lo reconoce con aplausos y ovaciones. Desde temprano en las escuelas deportivas tuneras y en otros centros estudiantiles y laborales se le rinde homenaje, se recuerda su extraordinaria actuación en series nacionales y eventos internacionales, y esta noche en el estadio Julio Antonio Mella de esta ciudad, ante su público, será el acto de despedida.
Palmas para usted, hombre que supo crecer y llegar lejos, atleta intachable, paradigma de integridad y consagración para las nuevas generaciones.
Procedente de una familia muy humilde en la localidad de Macagua 8, en el municipio de Jobabo, creció y se hizo grande entre los grandes.
Este 19 de noviembre, en coincidencia con el Día de la Cultura Física y el Deporte, Osmany Urrutia se despide del terreno de béisbol con un hasta luego porque seguirá allí como entrenador de bateo del equipo juvenil de nuestra provincia.
Hoy su pueblo lo reconoce con aplausos y ovaciones. Desde temprano en las escuelas deportivas tuneras y en otros centros estudiantiles y laborales se le rinde homenaje, se recuerda su extraordinaria actuación en series nacionales y eventos internacionales, y esta noche en el estadio Julio Antonio Mella de esta ciudad, ante su público, será el acto de despedida.
Palmas para usted, hombre que supo crecer y llegar lejos, atleta intachable, paradigma de integridad y consagración para las nuevas generaciones.
Los que amamos esta tierra le agradecemos por representarnos y hacerlo tan bien.
Si este gran toletero eligió retirarse prematuramente, aún con muchas energías y fortaleza física para seguir bateando jonrones a diestra y siniestra, aparte de los clasicos homenajes de aplausos, diplomas, medallas y trofeos, también deberían ofrecerle las necesarias comodidades materiales, como ragalarle un auto y una buena casa. Se le hizo a Teófilo Stevenson después de las Olimpiadas de Munich, en 1972. Se le agradeció no desertar, lo que significaba a una lluvia de millones que despreció en la cuspide de su gloria por ser fiel a sus ideales, a sus principios, a su familia y a su afición. Urrutia hizo lo mismo: quedarse en casa. Mientras, muchos de sus compañeros, eligieron desertar en busca de las grandes fortunas que ofrecen los equipos de grandes ligas en EE.UU.
ResponderEliminarEste muchacho, a aparte del valor que tiene como pelotero, que es inmenso, tiene mucho mas como ser humano. Merece muchas cosas mas que aplausos y trofeos.
Gracias, visitante anónimo, por su comentario. Coincido con esa expresión suya de que Urrutia es inmenso como pelotero; pero además tiene mucho más valor como ser humano. Es un hombre humilde, bueno, de esos que saludan a los niños que lo admiran, de los que dicen lo que sienten con honestidad y sin tantos rodeos. En la despedida que el pueblo le dio se notó muy conmovido porque debe haber sentido que la gente estaba allí de corazón, porque lo aprecian y le reconocen sus cualidades.Él ha manifestado sentirse bien como es y con lo que tiene, y puedo asegurarle que además de los aplausos y trofeos tiene todo lo demás que se merece.
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