sábado, 30 de mayo de 2015

La tradición del aliñao

Entre los preparativos para la llegada de un nuevo miembro a las familias suele incluirse la confección del aliñao, una tradición que se considera propia de la región oriental de Cuba, aunque últimamente se ha extendido a otras zonas del país. Y es que no es para menos, la sabrosa bebida de frutas y alcohol goza de muy buena aceptación entre quienes las consumen. Por ello al saberse de un nuevo nacimiento, lo más común es decir: Pasa por allá para que tomes aliñao. Entonces se extiende la tradición y actualmente se guarda para la fiesta de quince de las muchachas. Vea más en www.tiempo21.cu

Por Tania Ramírez Rivero
unto a la curiosidad por saber a quién se parece el recién nacido, muchos visitan a la afortunada familia para probar el aliñado, bebida tradicional de la región oriental de Cuba que se mantiene muy viva entre las costumbres de la población de Las Tunas.
Desde que se conoce la buena noticia, mucho antes de comprar los primeros zapatitos, la familia se dispone a preparar el aliñado. Dicen que habitualmente, la abuela se encarga de la tarea, pero tanto parientes, como vecinos y amigos se sienten felices de contribuir con el aporte de las diversas frutas, la azúcar necesaria o el ron.
En un frasco grande de cristal se van añadiendo los dulces de frutas en almíbar y de acuerdo con la estación,  va aumentando el volumen con ciruelas, grosellas, cerezas, piña, trocitos de caña de azúcar y uvas, a las que se añade la marca de ron al alcance monetario y en su defecto, el alcohol.
A la mezcla también se adicionan, de acuerdo con la receta de familia y para mejorar el sabor, granos de anís, ramas de canela y hojas de higos.
Los más conservadores prefieren enterrar el porrón con el aliñado en un hueco en la tierra, para evitar que se parta el vidrio en el proceso de fermentación. Pero en la mayoría de los casos, se cubre con un paño oscuro y se deja reposar en un rincón oscuro y seguro de la casa.
Algunas personas emplean cualquier tipo de fruta para preparar el coctel, sin embargo se deben evitar las de fácil putrefacción como el mango y la guayaba. En el caso de la fruta bomba, el dulce debe elaborarse a partir de la fruta verde para que quede consistente.
Finalmente, cuando nace el bebé para festejar la nueva, se abre el botellón y todos brindan con la dulce bebida que se ofrece en tazas o vasos pequeños a los visitantes.
En muchas familias de Las Tunas es costumbre guardar algunas botellas del aliñado o continuar enriqueciendo la madre que queda en el pomo, para celebrar el primer año, los quince, la boda, la graduación u otros acontecimientos importantes en la vida del niño o la niña, como una especie de superstición que trae salud y buena suerte.

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