Señor Dios
Dueño del tiempo y de la eternidad, del hoy, del mañana y del
pasado; al terminar este año quiero darte gracias por la vida y el amor, por
las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor,
por lo que fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco lo que hice en este año, el trabajo que pude
realizar, las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude
construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses
amé, mi familia, los antiguos amigos y las nuevas
amistades; los más cercanos a mí y los que están más
distantes; los que me dieron su mano y aquellos a los que pude
ayudar; aquellos con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría, y aquellos que ya no están…
Pronto llegarán los días de un calendario aún sin estrenar y te
presento esos días que solo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para los míos y para mí, la paz, la alegría, la
fuerza, la esperanza, la prudencia, la claridad y la sabiduría para vivirlos
bien.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas
partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras
críticas, mentirosas, egoístas, o hirientes, abriendo, en cambio, mi ser
a todo lo que es bueno.
Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame
a mi paso.
Cólmame de bondad y alegría para que cuantos vivan conmigo se
acerquen a mí y encuentren en mi vida un poquito de Ti.
Danos, Señor, un AÑO sano y lleno de felicidad para compartirla
con los demás…
AMÉN..!
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