El nombre de la provincia de Las Tunas, proviene de un tipo de cactus que se le conoce vulgarmente como Tuna Brava.
Según la tradición oral, en esta zona del oriente de Cuba, se encontraba una extensa hacienda ganadera, poblada por muchas Tunas. Los comerciantes que venían hasta el lugar, tomaban los cactus como referencia y decían: Vamos hacia la hacienda de las Tunas.
Según la tradición oral, en esta zona del oriente de Cuba, se encontraba una extensa hacienda ganadera, poblada por muchas Tunas. Los comerciantes que venían hasta el lugar, tomaban los cactus como referencia y decían: Vamos hacia la hacienda de las Tunas.
Tanto se repitió la frase, que perduró en el vocabulario popular y luego quedó el topónimo de Las Tunas para identificar a esta ciudad, fundada oficialmente en 1796 y que antes se conoció con el nombre de Hato de Las Tunas (1603), San Gregorio de Las Tunas (Segunda mitad siglo XVII), Corrales de Las Tunas, Las Tunas de Bayamo (Finales del siglo XVIII), Victoria de Las Tunas (1869) y a partir de 1975 recibe el nombre actual de Las Tunas.
Con solo caminar por las calles de mi ciudad es fácil percatarse de que el cactus que da nombre a esta provincia es más que eso.
La planta xerófitas, al decir de los entendidos en la materia, conocida popularmente por tunas, es un símbolo para nosotros.
Así lo constatamos en emblemas, adornos, en el uniforme del equipo de béisbol local, en el escudo del territorio, en jardines, patios y azoteas donde también adquiere otras significaciones…
No son pocas las viviendas en las que se coloca sobre los techos o en el portal un macetero, cesto o cualquier recipiente en el cual se siembra una mata de tunas. ¿La intención? No es solo adornar o mostrar a todos el elemento que identifica a nuestro pueblo. En estos casos la tradición popular le aporta nuevos propósitos. Es un modo de demandar protección y amparo para el hogar.
Con solo caminar por las calles de mi ciudad es fácil percatarse de que el cactus que da nombre a esta provincia es más que eso.
La planta xerófitas, al decir de los entendidos en la materia, conocida popularmente por tunas, es un símbolo para nosotros.
Así lo constatamos en emblemas, adornos, en el uniforme del equipo de béisbol local, en el escudo del territorio, en jardines, patios y azoteas donde también adquiere otras significaciones…
No son pocas las viviendas en las que se coloca sobre los techos o en el portal un macetero, cesto o cualquier recipiente en el cual se siembra una mata de tunas. ¿La intención? No es solo adornar o mostrar a todos el elemento que identifica a nuestro pueblo. En estos casos la tradición popular le aporta nuevos propósitos. Es un modo de demandar protección y amparo para el hogar.
A tal punto llegan los misterios y dones de una sencilla; pero resistente planta. De su fuerza y bravura tenemos constancia porque en esas peculiaridades se asemeja a los que aquí habitamos.
(Este tema responde a la sugerencia de una visitante de este blog a quien le agradezco infinitamente sus criterios).
muchas gracias por tu aporte me gusta tu manera de llevarlos a cabo ELISEO
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