Una peña prodigiosa

Desde hace mucho no tenía la dicha de ver a mis padres entusiasmados con una salida nocturna. Asistir al cine, a una presentación teatral o a un cabaret devenían placeres esporádicos, pues la premura de la vida y los ajetreos mayores que también se adquieren con los años, reducen por lo general su diversión a una reunión familiar, a un paseo con los nietos o un encuentro casual con sus amistades.
Sin embargo, una reciente invitación a la Peña de la Década Prodigiosa, que tiene su espacio cada segundo viernes del mes, en el Centro Cultural Huellas de la ciudad de Las Tunas, los animó de tal manera que el acontecimiento involucró a todos en el hogar.
La posibilidad de recordar entre sus contemporáneos una época dorada de la
música mundial no fue para nada despreciable, máxime en estos tiempos en los que casi atormenta el bullicio de la calle y la aglomeración, en tanto, se difunde en demasía las letras frívolas y ritmos malsonantes, agresivos y repetitivos.
Fue así como la imperiosa necesidad de traer al presente letras y armonías más espirituales o reposadas se concretó en una propuesta sugerente, ideal para compartir en un ambiente sano y acogedor con la guía de sus conductores Ana Ibis González y Jorge Smith.
Ante la proximidad del Día de los enamorados varias fueron las iniciativas, una de ellas, el agasajo por el aniversario 48 del matrimonio que conforman Massy Maura Quintela, muy conocida por su desempeño como profesora de inglés de la enseñanza secundaria, y el doctor Enrique Regis Simpson, pediatra de gran prestigio entre la actual y las pasadas generaciones de tuneros.
La ocasión se tornó regalo al evocar la obra de Guillermo Vidal y descubrir, desde los misterios de la noche, que el recuerdo de seres queridos hace volver a vivir momentos especiales junto a personas buenas como “El Guille”.
En este reencuentro con amigos de antaño las interpretaciones por parte de músicos locales, hizo sentir más cercanos los temas clásicos del ayer y dejaron en los presentes ese dulce deseo de regresar con la convicción de que en este sitio siempre se pasa bien.