En cada una de nuestras familias inculcamos a las niñas y los niños hábitos de cortesía desde los primeros años de vida.
Nos esforzamos principalmente en habituarlos a dar las gracias cuando se les dan los alimentos, si se les alcanza un juguete o se les regala algo.
De igual modo, se educa en la utilización de la frase por favor, siempre que vayan a pedir las cosas; a ponerse de pie cuando llega una visita, a decir adiós en las despedidas y saludar cada vez que hagan entrada en un lugar.
Estas son manifestaciones de educación formal que al parecer obviamos en el presente o solo tratamos de hacerlas cumplir en los más jóvenes.
Aquí no vale aquello de hacer lo que yo digo y no lo que yo hago, es menester predicar con el ejemplo para lograr que se imiten las expresiones del saludo, desear un buen día a las personas que nos rodean, pedir permiso, hablar en voz baja, no interrumpir una conversación y disculparnos si lo hacemos.
Son en definitiva valores que forman parte de la vida cotidiana, que algunos creen de más recordar; pero que, en mi opinión, hacen gran falta en los tiempos actuales.
Solo de escuchar a los ancianos de casa basta para percatarnos de costumbres que se han olvidado, entre ellas, el detenerse en la calle en el momento que pasa un entierro, quitarse el sombrero o la gorra si se entonan las notas del Himno Nacional o cederle el paso a una mujer en la acera.
Lecciones que no por antiguas están pasadas de moda, por el contrario, son hábitos de cortesía que necesitan revitalizarse y la familia es el punto de partida para hacerlo.
Al fin y al cabo, nosotros como célula primaria de la sociedad, seremos los más beneficiados.
Ada, tienes toda la razón en lo que escribes. Yo comparo mis primeros años con los que hoy tienen mis niños y sus amiguitos y me doy cuenta de cuánto ha cambiado la forma de comportarnos. Por lo tanto debemos esforzarnos más, en cada familia, para revertir lo que ahora se nos está yendo de las manos.
ResponderEliminarGracias, Yenima, por hacerme llegar tu criterio. Igual coincido que las buenas costumbres no deben perderse jamás. Una encuentra en la calle a gente educada y correcta y eso dice mucho de esa persona y de su familia. Tratamos de poner nuestro granito de arena así.
ResponderEliminarExisten muchas cosrumbres que se han perdido. Ese puede ser tema para tratar en ste blog también.
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