lunes, 15 de octubre de 2012

Razones de un censo

El Censo de Población y Vivienda en Cuba es un proceso inconcluso aún. Pasadas ya las fases de preparación de los enumeradores y recogida de la información necesaria, se procede ahora a compilar los datos, los cuales serán publicados a mediados del 2013.
De tal modo, no se trata simplemente de un conteo de personas y de describir las características de alojamiento, particularidades generales y nivel académico de cada individuo; se busca un acercamiento a su realidad, pues además de obtener una visión cuantitativa se comparará de manera cualitativa con ediciones anteriores para evaluar el nivel de vida de los cubanos.
Esta, en definitiva, constituye una actividad de gran beneficio, ya que se basa en la actualización de los rasgos demográficos, económicos, sociales y educacionales de los pobladores para actuar en lo adelante con mayor organización.

El censo que se desarrolla en estos momentos es el número 18, sumando desde 1774 a la fecha. Tras el triunfo de la Revolución se han realizado cuatro estudios; el primero, con una extraordinaria connotación, data de 1970 y el más reciente fue en el 2002.
De ellos se desprendió que a partir de 1959 el número de quienes superaban las seis décadas creció notablemente hasta llegar a representar casi el 18 por ciento de la población, aumentando asimismo la esperanza de vida al nacer, que en la actualidad alcanza los 80 años de edad.
El rápido envejecimiento es entonces una situación real, por tanto, al concluir el censo los datos recogidos facilitarán una mejor información sobre este grupo etario, lo cual deviene asunto esencial para perfilar medidas de interés para ellos.
De ahí que el programa dirigido al adulto mayor deberá promover nuevas iniciativas para asegurar el cuidado de los ancianos, reforzando la atención sanitaria y asistencia social, como garantía de los valores que enaltecen este sistema socialista.
Por otra parte, se perfilarán razones sobre la disminución de la natalidad y se adoptarán medidas para equilibrar los efectos de una sociedad con menos jóvenes y más viejos.
Tal y como en nuestros hogares se tienen en consideración diferencias y caracteres para conciliar criterios, disponer del presupuesto familiar y distribuir con equidad lo que tenemos, también a nivel de país es menester hacer lo mismo, solo que en una concepción más amplia y compleja.
Es así como la investigación censal permitirá encauzar los recursos con eficacia y delinear estrategias dirigidas a los sectores vulnerables.
De hecho contribuirá, sin dudas, al reajuste de los lineamientos de la política económica y social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, por ejemplo, los que hacen referencia a los temas laborales, la vivienda y el empleo, entre otros.
Para una nación que emprende una transformación, tan importante como necesaria, es primordial saber cuántos somos y cómo vivimos para proyectarse con eficiencia y encaminar los esfuerzos, sin pausa pero sin prisa, hacia el perfeccionamiento de nuestro modelo económico.
Con la publicación de los resultados que tienen como base la labor profunda y seria de las etapas anteriores, culminará un trascendental período de fortalecimiento de las capacidades estadísticas en este archipiélago, para optimizar bienes en aras de solucionar las necesidades materiales y espirituales de los habitantes.

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