Liliana Gómez Ramos
“Nos
perdimos mi obrero y yo dentro de la finca, aquello era un marabú
enredado, zarza… no se podía pasar, era criminal. Así recuerda Midaysi
Escriba la primera vez que se adentró en lo que hoy es su finca. “Para
poder salir, mi compañero tuvo que subirse a un árbol grande que había
entre la maleza. Escuchó a lo lejos un ruido de automóviles y así
pudimos orientarnos hacia la carretera.”A poco más de dos años de aquellos sucesos las cosas cambiaron mucho.
“De aquel marabú perdido, ahora obtengo cerca de 40 mil y 50 mil pesos anualmente. Este año, en el primer semestre logramos ingresar 30 mil pesos y todo me lo da la finca.
Cuando solicité tierra, lo primero que me dijeron era que no podían dármela porque estaba enferma. Me detectaron un tumor maligno en el cerebro y les dije a los representantes en mi proceso de solicitud que me dieran una oportunidad en la vida, que yo sí podía hacerlo. Me entregaron las tierras en usufructo y hoy tengo 103 cabezas de ganado, me dedico a los toros de ceba, leche y carne; además de los cultivos varios.”
Lo que antes era un paraje perdido en el kilómetro ocho de la carretera del municipio de Jobabo es hoy la finca “Amazonas”. De Midaysi fue la determinación inicial y ella es la principal protagonista pero los éxitos actuales tienen otro secreto.
“Tengo el apoyo de mi papá y de mi hijo. Somos una familia chiquitica pero nos unimos. Ellos vinieron conmigo, hoy vivimos ahí y somos nosotros los que mantenemos la finca. Como es familiar vamos sembrando y siempre tenemos en el autoconsumo, lo que necesitamos en la casa.”
Esta mujer, es una de las poco más de 300 féminas que apuestan por el cultivo de los suelos en la provincia de Las Tunas.
“He tenido muchas trabas por ser mujer, a veces he tenido que chocar con cosas que me creo capaz de hacer y por ser mujer otros piensan que no puedo, con mis logros productivos estoy demostrando que sí puedo.
Tengo un proyecto en un área de dos hectáreas para frutas donde voy a sembrar guayaba y fruta bomba. Estoy haciendo un centro de coto para preservar casi todas las especies de animales… pavo real, conejo, gallinas ponedoras, faisán, curieles, todo lo que son especies de animales que se encuentren en peligro de extinción. Quiero recuperarlas.”
Usufructuarias como Midaisy Escriba retoman las tradiciones campesinas para cosechar éxitos y cambiar para siempre el panorama de Las Tunas; y por qué no, de Cuba.
“Veo mi futuro con mucha prosperidad y pienso que tenga mucho éxito en lo que estoy haciendo. No me pienso ir de este mundo de la ganadería, ni de los caballos, ni de la tierra. Ahí voy a estar batallando hasta que Dios quiera. Me considero una mujer exitosa y estoy orgullosa de lo que soy.”
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