El peculiar festejo contó con la presencia de Fernando de Ávila, director del Área de Creación del Centro Nacional de Casas de Cultura, y además participaron metodólogos de las diferentes manifestaciones artísticas en el país, quienes compartieron un momento que devino viaje a nuestras raíces.
Para lograr un ambiente propicio el plantel enclavado en la calle que lleva el nombre del insigne bardo tunero se adornó con elementos distintivos de la campiña y se exhibieron vestuarios a la usanza de las zonas rurales: los varones con sombreros de yarey y las hembras con típicas batas.
Otro de los objetivos de la actividad, que se integra a las cucalambeanas de base, fue exponer los resultados de la labor sistemática que desarrollan los instructores de la Casa de Cultura Tomasa Varona, familiares, pioneros y maestros en aras de la formación del talento artístico; tomando a la escuela como el más importante centro cultural de la comunidad.
Cada año en el mes de junio se celebra la Jornada Cucalambeana, a cuyo programa se incorporan habitualmente exposiciones de artesanía y artes plásticas, espectáculos, certámenes de improvisación y literatura así como juegos tradicionales y actuaciones de agrupaciones musicales.
Desde 1968 poetas, repentistas, músicos, escritores, artesanos y pintores se reúnen en la finca El Cornito, a cinco kilómetros de esta ciudad, para homenajear a la figura prominente de la espinela en el propio lugar donde concibió gran parte de su obra.
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