miércoles, 6 de enero de 2010

La mascota de la familia.


Desde hace mucho tiempo mis hijos querían tener una mascota; pero los adultos siempre tuvimos el temor de que no resultara y que el animal, cualquiera que fuera, les causara algún daño.
Les explicábamos que el hecho de vivir en una casa sin patio, en un segundo piso, era el mayor de los inconvenientes para hacernos de un gato y menos de un perro. Así inventábamos las más diversas excusas, nos escudábamos en que eso atentaría contra la limpieza del hogar o su salud, en fin…
Mientras los niños insistían, al punto de manifestar conformidad hasta con una jicotea o unos peces como mascotas.
Por aquello de que tanto da el cántaro a la fuente hasta que se rompe, llegó al hogar la mascota de la familia, un lindo perro a quien sus anteriores dueños ya tenían bien educadito a la hora de hacer sus necesidades, con buena limpieza y adecuados hábitos alimentarios.
El inquilino se porta muy bien, por el momento. No es de esos perros que ladran y atormentan al vecindario, por el momento. Mis hijos se llevan excelentemente con él, por el momento.
Lo cierto es que Yanko, fue un regalo de un matrimonio amigo, ya cuenta con la aceptación de todos los miembros del núcleo familiar, nos entretiene; aunque nos da mayores ocupaciones y preocupaciones, y lo queremos a pesar de los pocos días de convivencia, convencidos de que no será por el momento.

3 comentarios:

  1. Te faltó un detalle: y es que al adoptarlo e integrarlo a la familia, también hay que ponerle el apellido de la dueña de la casa, en este caso Higuera.jajajajaja

    Los humanos le fallamos a veces a nuestra familia, a nuestros amigos o a nuestra pareja. Pero los perros no le fallan al dueño. Son mas leales y fieles que nosotros mismos como raza humana. Ya verás hasta donde llega la lealtad de ese perrito. ¡Suerte !

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  2. Tiene mucha razón en su comentario, en todo, incluso en lo del apellido. Con eso me hizo reir, claro, y si por mis hijos me llevo lo tendré que inscribir y todo. ya le tienen sabanitas, lo quieren vestir y le hablan diciéndole el nené más chiquito de la casa. Es lindo verlos así con su mascota, tienen o tenemos entretenimiento para rato. Conozco muchas historias sobre la lealtad de los perros hacia sus dueños. Eso es bonito también. Un saludo para usted.

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  3. Vi las fotos y el comentario del "puerquito asado" del 31. La alegría mas bien es la ceremonia del asado, el humo, el rico aroma que despide y ver el color que coge el cerdito con el paso de las horas a fuego lento. Y si hay casabe en la mesa, "MAS MEJOR ENTODAVIA", como dijo un guajiro bruto en La Habana, según la leyenda. Porque comer puerco asado con casabe, ya se sabe que no repugna y se puede alargar "la comelata" por mas de un cuarto de hora.

    Ver esas fotos, despertó mi paladar dormido. ¡Se me hizo la boca agua!

    Muy bonita tu nota al respecto.

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