La Habana.- Hay procesos en la vida que no se pueden detener, a pesar de la resistencia que hagamos los seres humanos para tratar de frenar su curso.
Por tomar un ejemplo, uno de ellos es el envejecimiento, en el cual están implícitos un grupo de cambios estructurales y funcionales que no son resultados de problemas de salud, sino de una realidad que se presenta luego de una larga existencia.
Llegar a esa etapa es un privilegio, porque no todos tienen la dicha de vivirla, pero no es menos cierto que envejecer con calidad debe ser un derecho de todo hombre y mujer de esta Tierra.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) todos los adultos mayores pueden gozar de buena salud y continuar realizando todas las actividades que les interesan.
El gasto social y sanitario dedicado a los ancianos se considera -con frecuencia- un costo para la sociedad cuando, en realidad, debe entenderse como una inversión que permite ofrecerles la oportunidad de seguir realizando numerosas contribuciones positivas, añade la agencia.
La OMS reconoce que los sistemas de salud de la mayoría de los países no están bien preparados para hacer frente a las necesidades de estas personas.
Sin embargo, en naciones como Cuba la atención de las personas mayores constituye una prioridad.
Atención al adulto mayor, una prioridad en Cuba
Teniendo en cuenta que el 19,8 por ciento de la población tiene 60 años y más, o sea dos millones de personas, el gobierno cubano se ocupa ante el envejecimiento de la sociedad, dijo un funcionario del Ministerio de Salud Pública (Minsap), en el contexto de un coloquio de gerontología, celebrado este mes en esta capital.Para que se tenga una idea, Cuba ha envejecido en 50 años, mientras que Francia lo ha hecho en 400, señaló el jefe del Departamento del Adulto Mayor del Minsap, Alberto Fernández, en la cita ante delegados de 15 países.
Por eso, el consejo de ministros aprobó en octubre de 2014 la política para enfrentar esa realidad, con la participación de todos los organismos.
Al decir de Fernández, se cuenta -entre las acciones- el fortalecimiento de la atención primaria -como principal escenario- con la participación del médico de la familia, encargado de realizar exámenes periódicos.
Asimismo, como resultado alentador, se logró a nivel municipal la realización de interconsultas por geriatras al cierre de 2016, significó.
Fernández celebró el funcionamiento de los círculos de abuelos, los cuales consideró muy importantes para lograr la socialización de las personas mayores.
También aplaudió el manual de capacitación que prepara para los cuidadores de ancianos el Centro de Investigaciones sobre el Envejecimiento, Longevidad y Salud del Adulto Mayor de Cuba (Cited).
La esperanza de toda persona que arriba a los 60 años es de vivir 22 más, y cuando se llega a los 80, hay una esperanza de vivir otros nueve, subrayó.
El reto de nuestra sociedad es perfeccionar el cuidado del adulto mayor, concluyó.
La realidad de Cuba es aplaudida por otras naciones, donde el envejecimiento no tiene el mismo nivel de prioridad
Otras realidades sobre el envejecimiento
La ecuatoriana Rosa Azua, representante de la región andina, que integra a Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, considera que falta mucho por hacer para lograr la calidad de los servicios de salud en esos países.En esas naciones hay escases de especialistas para la atención de los mayores de 60 años, alertó.
Por su parte, la colombiana Eugenia Torres reconoce que su nación cuenta con una normativa para atender a ese segmento de la sociedad, pero lamenta que aún falta un cumplimiento efectivo de la misma.
Asimismo, la académica canadiense Marie Beaulieu, de la Universidad de Sherborooke, en Quebec, aplaude la celebración de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Madrid en el 2002 porque en la misma se reconoció el maltrato a la que están sometidas muchas personas mayores.
Al decir de Beaulieu, los malos tratos se manifiestan de forma diferente. Por eso, es necesario desarrollar políticas preventivas, antes de que los problemas se agraven, indicó.
Mientras más unidos trabajemos las personas, lograremos más soluciones efectivas, sugirió.
Para la OMS, la ampliación de la esperanza de vida, por el éxito de las políticas de salud pública y del desarrollo socioeconómico, brinda una oportunidad importante no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto.
En estos años de vida adicionales pueden emprender nuevas actividades, como estudios o antiguas aficiones, sin dejar de hacer aportaciones de gran valor a su familia y su comunidad, añade el organismo.
Según la agencia de la ONU, la población del planeta envejece a pasos acelerados. Entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11 al 22 por ciento.
En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a dos mil millones en el transcurso de medio siglo, añade. (Prensa Latina)
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