sábado, 30 de mayo de 2015

La tradición del aliñao

Entre los preparativos para la llegada de un nuevo miembro a las familias suele incluirse la confección del aliñao, una tradición que se considera propia de la región oriental de Cuba, aunque últimamente se ha extendido a otras zonas del país. Y es que no es para menos, la sabrosa bebida de frutas y alcohol goza de muy buena aceptación entre quienes las consumen. Por ello al saberse de un nuevo nacimiento, lo más común es decir: Pasa por allá para que tomes aliñao. Entonces se extiende la tradición y actualmente se guarda para la fiesta de quince de las muchachas. Vea más en www.tiempo21.cu

viernes, 29 de mayo de 2015

Educar nos toca a todos

Maria Elena Alvarez Ponce
Agencia Cubana de Noticias
“¿Qué se dice?” “¡Gracias!” En peligro de extinción está ese cruce de palabras o, al menos, cada vez resulta más raro asistir a la que sin dudas constituye una de las primeras lecciones de urbanidad, que de los padres debemos recibir y aprender, para toda la vida, los seres humanos.
Días atrás escuché a una vecina -bien educada y lejos ya de la adolescencia- declararse incapaz de “meter en cintura” a su pequeñín de año y medio, y clamar desesperada por la “llegada” auxiliadora del círculo infantil, pues ahí sí saben cómo tratarlos y enseñarles a relacionarse.
“La educación comienza en la cuna”, escribió José Martí y, que sepamos, salvo contados y lamentables casos, la cuna está en casa. Sin embargo, lo mismo que esa joven, muchos evaden sus responsabilidades o se las endilgan a terceros, tal y como se suelta una papa caliente o una pesada carga.
Incluso, la moda ahora -claro que entre los que pueden pagar por el servicio- es enviar al niño después de clases a una “escuelita”, y no porque necesite del repaso, sino para que lo cuiden, entretengan y ayuden con las tareas, mientras los progenitiores “adelantan” en casa o, todavía mejor, se relajan luego de un día agotador y estresante.

martes, 19 de mayo de 2015

Yo soy bueno y, como bueno, moriré de cara al sol

Solo la muerte lo sacó de la lucha; y desde el mismo día de esa tragedia —tan costosa para la patria, pero de la cual emergió él lleno de luz— no ha cesado de cumplirse su profecía: su pensamiento, lejos de desaparecer, ha seguido ganando en el valor de su claridad, y de su ejemplo, refrendado con cada acto de su vida. Si Maquiavelo, interpretando la política al uso, afirmó que el príncipe tiene el corazón en los labios, Martí demostró vivir con los labios en el corazón.

jueves, 14 de mayo de 2015

La familia es la principal escuela de valores



 Este 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia.

La familia es una institución viva y universal en la que educamos y somos educados, en la que se afianzan valores y se trasmiten hábitos y costumbres de generación en generación.
En Cuba se estila ampliar el concepto de familia para atribuirle la acepción de familión, en el cual se incluyen parientes cercanos o lejanos, acuñando incluso  calificativos peculiares como el de “tíos políticos” y hasta “abuelos postizos”.
Como primera escuela de las relaciones humanas, es el hogar espacio indispensable para la preparación de cada uno de sus miembros. Al mismo tiempo, la familia  refleja y se ve reflejada en las circunstancias sociales, muestra de que una coherente vida familiar supone un marco idóneo para desarrollar hombres y mujeres íntegros como la sociedad necesita.
Sin embargo, no son pocos los que opinan que la familia está en crisis. Se habla de incontables dificultades y desintegración  con una visión catastrófica sobre el asunto. 

sábado, 9 de mayo de 2015

Feliz día para las madres


Dicen que las madres ostentamos varias y buenas cualidades que nos convierten en personas únicas. Tenemos una especie de coraza para resistir cualquier embate, ternura, creatividad, paciencia y un corazón que sabe multiplicarse.

Es así como podemos lidiar en el hogar con la presión de un acto, aparentemente tan sencillo, como preparar a los niños para llevarlos a la escuela. Hay que vivir ese momento para entender; pero lo cierto es que conocemos la fórmula para salir airosas, dejar todas las tareas domésticas garantizadas, ser artífices en el arte culinario y emprender con nuevos bríos la jornada laboral.

En épocas pasadas; aunque no era la generalidad, con frecuencia se conocían progenitoras de nueve, doce y hasta más de veinte descendientes.

Hoy resulta alarmante tan solo mencionar cifras, pues la llamada modernidad de cierta manera impone límites en la misión de procrear y es así como son comunes ahora las familias de uno, dos o tres hijos solamente.

Los estudios demográficos en Cuba indican un decrecimiento en los índices de natalidad por razones diversas. Por ello encontrar núcleos familiares conformados por mamá, papá y nené representan datos normales, consecuentes con los tiempos que corren, ajustados al entorno económico, cultural y social del país.

En Las Tunas el panorama se comporta similar al resto de las provincias cubanas: un notable envejecimiento poblacional y la reducción del número de nacimientos.

No obstante tendencias contemporáneas son también muchas las madres que apuestan por más, a pesar de inconvenientes y necesidades.

Sea por partos múltiples, por una inadecuada planificación familiar o porque no quieren envejecer solas; se abren a la vida con optimismo y valentía.

Sujetas a críticas unas, admiradas otras; todas en el fondo orgullosas y bendecidas, recibimos a cada vástago como un maravilloso regalo, incluso a los que en un primer momento no fueron tan deseados.

Esa cualidad de amar sin medida es inherente a las mujeres que traemos un nuevo ser a este mundo. Eso ni se enseña ni se aprende. Las madres somos así, preferimos dar la vida por una nueva criatura, entregarnos en cuerpo y alma por verlos crecer felices y luchar con uñas y dientes para defenderlos.

Es el instinto natural que nos pone a prueba y encontramos modos para multiplicar el cariño, sea entre dos o más de los nuestros, tengan defectos o virtudes, lleguen a ser personas de bien o tuerzan el camino, triunfadores o fracasados, nos quieran o no.

Sin particularizar las excepciones, las madres de estos tiempos y desde siempre, independientemente de cantidades bajo la tutela, ofrecemos todo y lo mejor sin pedir nada a cambio. Esa es nuestra mayor virtud.