sábado, 19 de abril de 2014

Se fue el Gabo; pero nos dejó un inmenso tesoro

Este buen hombre acaba de fallecer; pero nos deja sus libros todos. Siempre fue mi preferido, él y sus Cien años de Soledad.
Hasta los 85 años cumplidos lo siguió ejerciendo con la misma devoción, una envidiable dosis de sabiduría y talento, una mirada indagadora, irónica muchas veces, y un espíritu reflexivo y abierto que le permitió abordar la realidad en sus más variadas aristas.
De sus manos viajan a las del lector reportajes, crónicas y artículos, en los cuales cada acontecimiento es visto al derecho y al revés, desmenuzado, explorado en sus más íntimas costuras, calzado con el dato y la fuente precisos.
En su camino de la literatura al periodismo, y viceversa, descubrió que el parentesco más estrecho entre ambos fluía en el reportaje. En los dos casos, se trataba de contar una historia y atrapar al lector por las solapas sin dejarlo respirar hasta la última frase.
 (Tomado fragmentos de Tiempo21).

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