sábado, 2 de marzo de 2013

Miembro de la gran familia de la Radio tunera

Este Señor locutor es parte de la gran familia de la Radio en Las Tunas y Maestro de Maestros entre los locutores de Cuba. Agradeciendo a Yenima Díaz Velázquez por este excelente trabajo periodístico, decido compartirlo en mi blog.
 
Jorge Carbonell López es un Licenciado en Periodismo que nunca ejerció esa especialidad y, sin embargo, es un verdadero hombre de noticias. Su voz, de un timbre inconfundible y de serena complicidad, llega todos los días a los oyentes de los espacios informativos de la emisora Radio Victoria, en la provincia de Las Tunas, y el pueblo lo espera y lo agradece de manera especial.

“Ser graduado de esa especialidad me ha ayudado mucho. Uno recibe una cultura general e integral y eso me facilita el dominio de los diferentes géneros del periodismo y las técnicas para hacer entrevistas y dialogar con los invitados sobre diversos temas”.

También se le escucha en Caminos, en labores de narración dramática; como animador en Rumores del Hórmigo, el espacio dedicado a los campesinos; y sosegado y romántico en la lectura de los poemas de Bajo las estrellas, justo a la medianoche.



“Ya llevo casi medio siglo en esta actividad y puedo decirte que he hecho todo tipo de programas. Empecé con los infantiles, en los que anunciaba los números musicales. Después vinieron los juveniles, variados, históricos, especializados…”

Hoy es uno de los mejores locutores de la Radio cubana y por sus méritos es miembro del tribunal nacional de evaluaciones, en el que ha compartido análisis con diferentes personalidades del medio.

“Yo recuerdo de manera especial al querido locutor Manolo Ortega. Pero, tengo un eterno agradecimiento a los que me han acompañado en la labor porque de todos se aprende para hacerlo cada día un poquito mejor”.

Los reconocimientos y la firmeza de su voz no ahogan en él la ternura por los amigos, la risa sana que contagia a los demás, ni el espíritu constante de superación que lo obliga a estar pendiente de noticieros y otras publicaciones.

“Imagínate, leo siempre los periódicos y en mis ratos libres sigo las noticias en varias emisoras de radio y en los espacios de la televisión. Además, hago ejercicios de articulación pues es fundamental para tener buena dicción. Hay que hacerlo todos los días, antes de comenzar y mucho más cuando se trabaja tan temprano, porque ya a las 6.30 estoy saliendo al aire con la revista informativa Hablemos de”.

Entre ejercicios de vocalización y la grabación o salida al aire de sus programas encuentra tiempo para dedicar a sus pupilos pues es un convencido educador de locutores.

“Es que de esa forma trato de extender mis modestos conocimientos a las nuevas generaciones y creo que es la vía para preparar el relevo, el cual me parece garantizado con algunos compañeros”.

Junto a sus “muchachos”, recuerda aquellos primeros años de la década del 60 del pasado siglo, cuando era un chiquillo curioso que miraba a través de los cristales de la emisora, a la que entró para no salir jamás.

“Vivía cerca de la emisora cuando estaba en la calle Vicente García, como a dos cuadras. Yo escuchaba la radio y me interesaba por conocer a la gente. Había unos cristales grandes y se veía al locutor mientras hablaba. Iba todos los días por la mañana hasta que un día me mandaron a pasar. Entré y, ya ves, no salí más”.

Hoy nada le es ajeno. Escribió programas educacionales e históricos y hasta incursionó como actor, la pasión escondida que aún guarda muy adentro del corazón y que la desarrollaría con agrado… si no fuera por la locución.

“Es lo que más me ha gustado. Pero, aquí no había cuadro dramático. Solo salía un programa semanal de ese tipo, El cuento, y en ocasiones incursioné como actor. También lo hice en Santiago de Cuba, en Holguín, y cuando estuve en la emisora Radio Habana Cuba”.

En la radio, Jorge Carbonell López ha tenido malos momentos, como todos, y también ha vivido situaciones inolvidables que le hacen prometer a los oyentes que seguirá en la actividad mientras tenga fuerza, voz y vista.

Dueño de un don natural, el amigo, maestro, artista… el locutor de varios programas, recibe de su público muchos elogios y con la magia de su voz los convierte en alegría y motivación para seguir regalando cada día su grata presencia sonora.

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