Numerosos mensajes con felicitaciones por el Día de Acción de Gracias
llegan a muchas personas en el mundo mediante las redes sociales. Unos
en Cuba las reciben con beneplácito y otros hasta un tanto extrañados, ya que esta deviene tradición desconocida en estos lares.
No obstante, figura entre las más populares de cuantas son celebradas
por los norteamericanos, consideradas la fiesta familiar por excelencia
en Estados Unidos, con amplia difusión en otras regiones.
La típica estampa de la familia reunida alrededor de un enorme pavo y
una mesa llena de apetitosas viandas llega a nosotros a través de
infinidad de fotografías, películas y series.
El motivo de esta celebración es el de dar gracias por todo lo
recibido a lo largo del último año, sea en materia de salud, trabajo,
bienestar y amor.
Como se puede suponer, esta no es una festividad moderna, pues consta
que empezó a celebrarse durante el primer cuarto del siglo XVII. La
mayoría de los historiadores apuntan al año 1621 y localizan a quienes
iniciaron esta tradición en una Colonia que hoy forma parte del estado
de Massachusetts.
Según se argumenta en textos de la época, un grupo de colonos
llegaron hasta aquel lugar en el frío invierno de 1620. Iban
desprovistos de lo más esencial y a las pocas semanas comenzaron a
escasear sus alimentos, algo que provocó que muchos de ellos enfermaran y
murieran.
Entrados en la primavera de 1621, un grupo de indios nativos fue al
encuentro de los nuevos colonos, mostrándose afables y prestándoles todo
tipo de ayuda y enseñanzas para que labrasen sus campos y cultivaran
sus propios alimentos. También les enseñaron a pescar y cazar, por lo
que los nuevos residentes de la Colonia de Plymouth obtuvieron buenas
cosechas.
En agradecimiento a los indígenas les ofrecieron una celebración
donde compartieron sus alimentos. Año tras año se tomó la costumbre de
reunirse todas las familias de la colonia y dar gracias por todo lo
conseguido en los anteriores doce meses. Ese acto es el que se señala
como el inicio de la tradicional celebración del Día de Acción de
Gracias.
Poco a poco fue extendiéndose la costumbre entre otros colonos,
llegando a abarcar la totalidad del territorio norteamericano y
convirtiéndose en algo tan popular y arraigado que, en 1863, el
presidente Abraham Lincoln proclamó oficialmente el último jueves de
noviembre como día de fiesta nacional, con el fin de que todas las
familias pudiesen reunirse y celebrar el Día de Acción de Gracias.
Este día se ha convertido en uno de los más especiales y preferidos
por la mayoría de familias norteamericanas. Costumbre que aplaudimos
desde este archipiélago, respetamos y admiramos convencidos también de
la grandeza de las nuestras, esas en las que cenamos con cerdo asado en
la Nochebuena, el 24 de diciembre, o las de fin y comienzo de año, en
las cuales las cubanas y cubanos nos fundimos todos en una sola familia.