Entre brazucas, Fulecos, gritos de gol y muchas emosiones andan las familias tuneras por estos días, cuando se vive la Copa mundial del futbol Brasil 2014.
sábado, 21 de junio de 2014
miércoles, 18 de junio de 2014
Vilma
Fue el lunes 18 de junio de 2007, un día después del homenaje a los padres, cuando toda Cuba lamentó la noticia del fallecimiento de Vilma, la heroína de la clandestinidad, la combatiente del Ejército Rebelde e incansable luchadora por la emancipación de la mujer y la defensa de los derechos de la niñez.
Muchos tenemos a flor de piel todavía los sentimientos de aquella jornada, mezcla de dolor y orgullo en un homenaje que se multiplicó en cada rincón de la geografía cubana.
Han transcurrido SIETE años de ausencia y nuevamente salen a relucir relatos de su vida y obra. Ejemplo que se multiplica en el quehacer de las mujeres de esta tierra, en especial las que llevan adelante “su querida tarea”, como ella misma llamó a la FMC, a cuya conformación se consagró hasta el último minuto de su vida.
Un legado que se hace cercano en muchas familias, pues entre tareas y compromisos Vilma nunca abandonó la necesaria misión en la educación de sus cuatro hijos y ocho nietos.
Y es que defendió con singular entrega los derechos de la familia desde la experiencia y la pasión de ser esposa, compañera, madre y abuela, sin dejar todo lo que le tocó ser por ir a la vanguardia.
Su impronta en la Revolución Cubana nos hace verla con la flor en el pelo y el fusil en la mano, al lado de Celia y de Haydée, casándose con Raúl al bajar de la Sierra, cortando caña, limpiando escuelas, abriendo círculos infantiles, visitando cafetales, abrazando a una deportista o a una obrera agrícola, saludando a luchadores vietnamitas o africanos, dirigiendo un congreso, cuestionándose un programa de radio o de televisión y exigiendo respeto para la imagen femenina.
La valiente colaboradora de Frank País en la clandestinidad, la amiga inquebrantable de Fidel. Siempre con una sonrisa para transmitir seguridad y ecuanimidad ante los retos más grandes. Siempre con su voz, delicada y firme.
Por eso y más mereció el título de Heroína de la República de Cuba. Por eso y más, a pesar de que físicamente no nos acompaña, hablamos de Vilma Espín, una mujer sencilla que caló hondo en el corazón de este pueblo.
Sus restos descansan ahora en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País. Allí un paradigma de mujer comprometida con la Patria se levanta para irradiar luz en el presente y futuro.
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