Así es frecuente entonces escuchar debates, acalorados a veces, sobre los azules y naranjas, equipos que se disputan el lugar cimero en este 2010.
En lo particular hubiese preferido ver a Los Leñadores de Las Tunas en la pelea por el título de la pelota cubana. Ya que no clasificaron, mi segunda opción se inclinaba hacia Las Avispas de Santiago de Cuba… En fin.
Disfrutar de una representación del Oriente de la Isla devino sueño irrealizable en esta temporada.
Los Industriales son una vez más motivo de conversaciones en las cuales confluyen amantes, detractores, críticos y seguidores.
Un buen amigo de la familia, habanero de pura cepa y de nombre Enrique Coloma, es uno de esos apasionados por el conjunto de la capital.

A los de su tierra los defiende a capa y espada.
Su preferencia la hace notar en llamadas telefónicas solo para confirmar: “Industriales Campeón”.
Las bromas al respecto son frecuentes, incluso, se atreve a tomarle fotografías con la gorra de los azules a quienes NO se declaran industrialista. Solo para jaranear.
Supongo que Enrique, ahora que no está bien de salud y lucha con todas sus garras para sobreponerse a su enfermedad, encuentre un aliciente en la transmisión de cada juego.
No obstante, el duelo de lanzadores y bateadores atrae la atención, sean de la provincia que sean. Gane el que gane. Cubanos al fin y al cabo competimos en sana rivalidad.
Pero como para el gusto se han hecho los colores, y si de escoger se trata, pongo mis esperanzas en los naranjas de Las Villas.
Lo siento, Enrique.Que la victoria sea para el mejor.