lunes, 27 de mayo de 2013

Inconvenientes de los chupetes electrónicos

La expresión chupete electrónico pudiera causar risa de primera instancia. Sin embargo, sus efectos nocivos sobre el comportamiento de los pequeños de casa obligan a tomarla más en serio.

Al tema se refirieron, recientemente, destacados especialistas en la Mesa Redonda que transmitió la televisión cubana el pasado 15 de mayo, en ocasión del
Día Internacional de la Familia.

Se insistió en los daños que provoca, al buen desarrollo de la conducta de los infantes, las interminables horas de juegos en la computadora, frente a la pantalla de la TV o equipos de videos.

En Cuba se aprecia una fuerte tendencia en las nuevas generaciones a concederle un lugar privilegiado a la tecnología. Es así como se reducen los horarios que pueden dedicar al entretenimiento sano, la lectura, o el compartir con amigos y otros miembros del hogar.

Igual sucede en la mayoría de los países, donde internet, el chat, los mensajes de texto al celular, los envíos de un e-mail y las redes sociales, por ejemplo Facebook, mantienen prácticamente enajenados a los jóvenes.

Como una seria amenaza a la comunicación se catalogan estos “chupetes electrónicos”, los cuales se aceptan con el noble propósito de que los niños permanezcan tranquilos en casa. Pero como siempre el exceso es malo, lo que pudiera dar un poco de sosiego a los padres se revierte en tiempo limitado para el estudio individual y el desarrollo social pleno de los hijos.

Los expertos coinciden en que estas herramientas comunicativas y de esparcimiento no deben ser demonizadas, pues resultan también un instrumento eficaz para el enriquecimiento humano y la distracción. Por tanto, no están exentos de ampliar la visión del mundo y promover adecuadas conductas.

Dirían en otro popular programa televisivo de Cuba que “se trata de ofrecer la dosis exacta”, siendo conscientes de que el mal uso o abuso crea hábitos y acarrea negativas consecuencias emocionales, físicas e intelectuales.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La familia no es el problema; es la solución

 El 15 de mayo se celebra, desde el año 1994, el Día Internacional de la familia. Este día deviene ocasión para adoptar medidas e implementar iniciativas que favorezcan esta institución viva y universal en la que educamos y somos educados, en la que se afianzan valores y se trasmiten hábitos y costumbres de generación en generación.
Como primera escuela de las relaciones humanas, es el hogar espacio indispensable para la preparación de cada uno de sus miembros. Al mismo tiempo, la familia se convierte en una especie de laboratorio que refleja y se ve reflejada en las circunstancias sociales, muestra de que una coherente vida familiar supone un marco idóneo para desarrollar hombres y mujeres íntegros como la sociedad necesita.
Sin embargo, no son pocos los que opinan que la familia está en crisis. Se habla de incontables dificultades y de la desintegración con una visión catastrófica sobre el asunto.
Cierto es que son muchos los problemas que a diario afectan a la familia, que no todo es color de rosas y urge convocar al afecto, la disciplina, el respeto mutuo y la aceptación entre padres, hijos, abuelos… para lograr una armonía plena y mayor satisfacción de quienes conviven bajo un mismo techo.